Las Naciones Unidas ONU declaro el 2021 Año Internacional de la Economía Creativa para el Desarrollo Sostenible en consulta con la UNESCO y otras entidades que forman parte de esta, en la Asamblea General celebrada el 19 de diciembre de 2019.   Los nombramientos de fechas especiales tienen como finalidad de promover, a través de la conciencia y la acción los objetivos de la organización.

La economía creativa también conocida como economía naranja no es sólo uno de los sectores de la economía mundial en más rápida expansión, sino que es también un sector altamente transformador en términos de generación de ingresos, creación de puestos de trabajo y fomento de las ganancias obtenidas de la exportación.

¡Pero esto no es todo! Liberar el potencial de la economía naranja es también promover la creatividad de las sociedades, afirmando la identidad distintiva de los lugares en que prospera y se concentra, mejorando en ellos la calidad de vida, realzando la imagen y el prestigio locales y aumentando los recursos que permitirán concebir nuevos futuros diversificados. En otras palabras, además de beneficios económicos, la economía creativa genera un valor no monetario que contribuye notablemente a un desarrollo sostenible inclusivo y centrado en las personas.

ECONOMÍA CREATIVA

El término “economía creativa” fue popularizado en 2001 por el escritor y gestor de medios de comunicación británico John Howkins, que lo aplicó a 15 industrias que iban desde las artes hasta la ciencia y la tecnología. 

La noción es y sigue siendo muy amplia, porque no sólo abarca bienes y servicios culturales, sino también juguetes y juegos, así como todo el ámbito de “investigación y desarrollo” (I+D). La cultura forma parte de nuestro ser y configura nuestra identidad. Sin cultura no hay desarrollo sostenible.

En septiembre de 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Agenda para el Desarrollo Sostenible 2030  que cuenta con 17 ambiciosos objetivos globales para transformar nuestro mundo.

La UNESCO garantiza que el papel de la cultura se tenga en cuenta en la mayoría de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), incluidos aquellos que se centran en la educación de calidad, las ciudades sostenibles, el medio ambiente, el crecimiento económico, las pautas de consumo y producción sostenibles, las sociedades inclusivas y pacíficas, la igualdad entre géneros y la seguridad alimentaria.

Desde el patrimonio cultural a las industrias culturales creativas, la cultura es facilitador y motor de las dimensiones económica, social y ambiental del desarrollo sostenible. 

En México se han realizado diferentes estudios del sector de las industrias creativas, por parte de instituciones gubernamentales, universidades y organizaciones internacionales. 

MAPA TRANSMEDIA

En el año 2019 se presentó el Mapa Transmedia, proyecto que tiene como propósito de mapear la economía creativa en México y el desarrollo de sus sectores. Esta investigación representa el primer esfuerzo conjunto entre actores clave del sector por visualizar la escala y el impacto de dicha economía. 

Con base en su análisis, se identificaron 91,388 establecimientos creativos en México, clasificados en nueve sectores principales, entre los que destacan tres grandes industrias: la de la música y las artes interpretativas, que representa 30% del total de establecimientos; la editorial, con el 20%; y la de publicidad y marketing, con el 16%. Además de contar con el mayor número de establecimientos, en comparación con el resto, éstas emplean a un mayor número de personas.

De acuerdo con el Mapa Transmedia, el grueso de la actividad económica, social y cultural de nuestro país se centraliza en seis estados: Ciudad de México, Estado de México, Jalisco, Puebla, Veracruz y Nuevo León, por lo que cuentan con el mayor número de establecimientos comerciales y proveen la mayor parte de las oportunidades de empleo en el sector.

Si bien la creatividad mexicana es reconocida en todo el mundo, México todavía no ha alcanzado su máximo potencial de desarrollo en el sector de las economías creativas, factor que ha inhibido su competitividad con respecto a otros países tanto a nivel regional como global.

México, como otras economías emergentes, sufre de una escasez de estudios de diseño tanto a nivel nacional como de la industria, por lo que ésta es una de las principales áreas de oportunidad para el sector.

El reto para todos es el sumar acciones que promuevan la creatividad en nuestra sociedad que tenga impacto en la calidad de vida de las personas de una manera justa.